La niña que podía volar

Título: La niña que podía volar

Autora: Victoria Forester

Editorial: Montena

Páginas: 285

Piper no es una niña cualquiera; a los ojos de los demás es muy, muy especial; hay quien asegura que es rara, peligrosa e incluso que puede dar mala suerte; por eso, cuanto más lejos, mejor. Y es que Piper hace algo imposible: vuela, como si tal cosa… ¿Qué hacer con ella? Para sus padres, lo mejor será internarla en una <<escuela especial>>, donde procurarán por todos los medios que sea una más. Pero Piper no está dispuesta a dejar de ser ella misma…

  

Piper nunca había sido una niña normal: desde pequeña, flotaba. Sus padres, granjeros y creyentes de Dios a más no poder, no lo consideran algo normal y por eso no dejan que Piper salga de la granja. Ella estudia en casa y no tiene amigos. Únicamente sale para ir a la iglesia, y sus padres no la dejan relacionarse. Piper, aburrida, siempre se está haciendo preguntas extrañas e intentando aprender a volar a espaldas de sus padres. Un día, éstos la llevan a un picnic, para que pueda conocer a gente. Pero, jugando al béisbol, la niña empieza a volar delante de todo el pueblo. Es el titular de todos los periódicos, y el mundo entero va allí para ver a la niña que puede volar. Pero llega la doctora Letitia Hellion, que cree que lo mejor para Piper es internarla en un colegio para gente como ella, especial. Allí descubrirá que nada es lo que parece ser, encontrará nuevas amistades y traiciones inesperadas.

La portada me gustó bastante. De hecho, tal vez escogí el libro por eso. Cuando empecé a leerlo, pensé que no iba a poder terminarlo. Era de lo más horroroso que había leído. Ni siquiera parecía un libro juvenil, y eso que estaba en esa sección de la biblioteca en la que lo cogí. Parecía un libro para niños pequeños. Pero luego fue a mejor, tanto la historia como la redacción de ésta. Era como si la escritora lo hubiese empezado a escribir y, después de años en paro, lo hubiese retomado. La verdad es que llegué a la página 100 y sentía que no había ocurrido nada de nada. En las 185 páginas venideras ocurría todo demasiado deprisa. Tuve una mala impresión del libro, pero me equivoqué. Aunque el final me dejó con una duda. ¿Hay segunda parte? Todo parecía apuntar a que sí, pero busqué en Internet y el único libro de Victoria Forester es La niña que podía volar. Y han pasado 3 años desde su publicación. Así que no sé exactamente. Perfectamente puede acabar así, pero me dejó fría.

  

Pensé que me había equivocado. Pensé que no podía confiar en mi corazón. Pero sí puedo. Sí puedo.

-Piper-

No está mal, pero no recomiendo leerlo.